Infectar deliberadamente a voluntarios sanos con el virus que causa coronavirus, puede acelerar los estudios de vacunas contra el patógeno mortal, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Dichos estudios, que presentan peligros potenciales significativos para los sujetos, pueden considerarse en situaciones extremas y con ciertas protecciones, establece un grupo de trabajo de la agencia de salud de las Naciones Unidas en un informe publicado en su sitio web.
Investigadores de todo el mundo están compitiendo para desarrollar vacunas para proteger contra el virus mortal y permitir a los países reconstruir economías tambaleantes.
VOLUNTARIOS INFORMADOS
Los llamados estudios de desafío, donde los tratamientos o los preventivos se prueban directamente contra la infección en voluntarios informados, podrían acelerar el camino de las vacunas al público.
Éstos pueden ser sustancialmente más rápidos de realizar que los ensayos de campo de vacunas.
En parte porque muchos menos participantes deben estar expuestos a vacunas experimentales para proporcionar estimaciones (preliminares) de eficacia y seguridad, según el documento del grupo de trabajo.
El informe establece ocho condiciones que tendrían que cumplirse para considerar los estudios de desafío, incluida la justificación científica, una evaluación de los beneficios potenciales y el consentimiento plenamente informado de los sujetos.